domingo, 5 de octubre de 2008

GOLES RACING CLUB vs CENTRAL (03/10/08)

LOS ANGELES DE RACING

Estaba en la lona Racing después de la segunda fecha del actual Apertura: había perdido ante Lanús y Huracán, ofreciendo la imagen de un plantel destruido.

Pero en el fútbol nada es definitivo. Ni el cielo ni el infierno. En la tercera fecha enfrentó a esta versión inoperante de Independiente. En la previa del clásico se especulaba con otra derrota desangelada de la Academia.

El desarrollo, sin embargo, sorprendió a todos: Racing bailó a Independiente durante el primer tiempo y rescató, de última, con un derechazo de Sosa, un empate que precipitó su inesperada resurrección futbolera.

¿Cuál fue la clave para que de la noche a la mañana se provocara semejante cambio de expectativas? Los factores psicológicos son el contenido de la reacción fulminante que viene experimentando el equipo.

En la situación límite, en la urgencia extrema y al borde del abismo, existen dos opciones: resignarse o resistir. La gran virtud de Racing, siempre caminando descalzo por las brasas, no sólo fue resistir, sino crecer en la gran adversidad.

Ese crecimiento se basó en una condición esencial: la agresividad para interpretar las necesidades de los partidos. Así funcionó el pasado viernes frente a Central, cuando construyó un 4-1 que se quedó corto en relación a la superioridad individual y colectiva que plasmó.

Hace poco más de dos décadas, ese volante infatigable y dinámico que fue el Gringo Giusti nos decía con tono didáctico: “Si un equipo tiene a tipos muy comprometidos con la idea de fútbol, con un alto poder de concentración y dispuestos a dejar todo, pero absolutamente todo en una cancha, a ese equipo va a ser muy difícil voltearlo. Le podrán ganar alguna vez, pero los rivales tendrán que entregar el cuerpo y el alma”.

EL MEJOR CAPITAL

El concepto de Giusti no atraviesa, sin fisuras, la actualidad de Racing. Pero sirve para ubicar la circunstancia. Y para darle un marco y una referencia al momento ascendente del equipo.

Juega a full Racing. Se compromete con el partido, aun cometiendo errores en defensa y en ataque, que pueden llegar a ser mortales. Pero propone. Toma la iniciativa. Y va con determinación a buscar el arco de enfrente.

Este es precisamente su mejor capital. Su carta ganadora. Porque no arruga. Porque no se esconde. Porque quiere. El pressing es una fórmula táctica. Pero, sobre todo, parece un impulso espiritual que incorporan todos. Casi un estado de ánimo.

Decir si juega bien, muy bien o si alcanza una calificación más optimista, suena superficial. Racing juega, en definitiva, lo que le dicta su corazón. No hay mucha reflexión ni ciencia en esos movimientos de ida y vuelta que protagoniza el equipo. Lo que hay de sobra es vértigo, ritmo, vehemencia, anticipo, velocidad y una entrega monumental que no se detiene nunca.

Es verdad, no aflora en Racing inteligencia estratégica para manejar los tiempos. No sabe enfriar. No sabe congelar. Es el frenesí del aquí voy y aquí vengo. Pero ojo, hay que bancarlo. Porque desgasta. Porque aguantarlo no es fácil. Si River hace una semana comprobó ese torbellino, Central lo padeció durante los 90 minutos.

¿Podrá mantenerse? La pregunta, por ahora, no tiene respuesta. Depende de la convicción para ejecutar el modelo que eligieron. Si sacan el pie del acelerador, se desvanecen. Si pisan fuerte, pueden hacernos recordar las palabras del Gringo Giusti.


Nota: Eduardo Verona (diario Polpular, domingo 05/10/08)

RAVING GANO Y JUGO EL MEJOR PARTIDO EN MUCHO TIEMPO



Maxi Moralez, la figura, convirtió dos goles; Zuculini y Lugüercio hicieron los otros. Descontó Kily.

Racing es un par de chiquilines que se junta en el pasaje Corbatta, en ese empedrado donde todavía se pueden tirar paredes con el cordón. Ese espíritu amateur capaz de flotar para volver a ser, luego del vaciamiento del club. Es la materia prima, en definitiva, lo que surge para ser Racing otra vez. Porque Maximiliano Moralez, su magia, es Racing, porque Franco Zuculini, su temple, es de Racing, porque la valentía de Claudio Yacob tiene ese sentimiento. Entonces, cuando aparece la identidad la gente se conmueve.

Entonces, cuando el hincha se emociona sus jugadores se fortalecen. Entonces, cuando el grupo se siente equipo se juega liberado, al fin, de tanto Organo Fiduciario, jueces y abogados. Eso es lo que se festeja en Avellaneda. Un camino con corazón que lo lleva a una goleada inevitable. Que invita al baile, a esa matiné que invita al baile de estos jóvenes entusiastas.

La distancia entre Racing y Central la empieza a cantar la música de Moralez. Indomable, el diez ofrece un nuevo capítulo de esta versión de futbolista. Un comienzo de torneo liviano, una pausa, y un regreso para que desde sus pies salgan conejos para la asociación con los nuevos compañeros de aula. No tiene a Facundo Sava, ese que se sentaba adelante para hacer los trabajos en grupo.

Sin embargo, esta noche siente que ese chico de pelo largo sienta bien también. Porque resuelve de espaldas Pablo, que es Lugüercio. Con ese se quiere sentar Maxi. También llama para la tarea de Física a Zuculini y a Yacob. Al rato, se cambia de silla para que el trabajo de Lengua sea con Adrián Lucero -a esta altura el que mejor entiende su cabeza- y Leandro González. Así se mueve Racing. Con ese eje de circulación aplasta a este tímido, largo y desorientado Rosario Central.

Cuando el partido todavía está en formación el equipo de Juan Manuel Llop insinúa que algo está por pasar. Lo avisa con esa triangulación de José Shaffer, Lucero y Moralez que termina con la tapada de Jorge Broun al córner. Pero, minutos después, se abre el telón para la improvisación. A Zuculini le queda el pase para Lucero, pero engancha porque se da cuenta que por ese hueco la pelota no pasa. Entonces la pisa una vez, dos, tres, tira gambetas en el cañaveral de defensores de Central. Pasa, sale a una calle despoblada, se encuentra con un hombre de negro y la toca con un pase a la red. De pie. Racing se pone en movimiento.

No inquieta el conjunto de Sánchez, cuando avanza lo hace sin convicción, con cautela hacia el arco de Martínez Gullotta. Tal vez porque sabe que la vuelta para cubrir los espacios le sale cara por la velocidad de Lucero, González, Moralez... A Central también le aumentan el peaje en hora pico, entonces prefiere ir por ese embotellamiento sin salida. Sin bocina que tocar. Para colmo, llega un penal para Racing tras 42 partidos sin tirar desde los 12 pasos. Su arquero es expulsado y el petiso de la pelota espera para ponerla arriba, lejos. Esta vez no hay fantasmas en Avellaneda. Porque antes del final del primer tiempo Lugüercio emboca el tercero y queda tiempo para el error de Franco Sosa que obliga a la falta de Gullotta -aunque afuera del área se cobra penal- y al descuento de Kily González.

El encanto de los hinchas con sus jugadores afianza el presente. Porque se ovaciona por el esfuerzo, por la entrega y ahora por el juego. De ese Racing laburante sin recompensa --ni línea definida en el comienzo del Apertura- a este Racing de brillo queda un espacio. Sin ropa, con lo puesto, se las ingenia para lucir de otra manera este plantel escaso de profesionales que se recuesta en los pibes.

Eso se valora en la tribuna, ofrece una reputación distinta. Porque este Racing juega con estilo ante Central. Tiene contundencia en su fútbol, al margen del cuarteto de goles. ¿Tan lejos queda esta actuación del San Lorenzo de las constelaciones? Juega bien el equipo de Miguel Russo. La diferencia, quizás, es que sus futbolistas son universitarios en esto de la pelota, mientras que en Avellaneda cursan materias del secundario. Estos chicos se juntan en el pasaje para hacer el trabajo de Historia. Es Racing, son sus orígenes.

Moralez y sus amigos. De la mano del chiquito, y con picos de alto nivel en otros compañeros, Racing aplastó a Central sin atenuantes.

miércoles, 1 de octubre de 2008

SE PREPARAN LAS LISTAS DE CANDIDATOS

Los candidatos definen sus propuestas para las futuras elecciones.

De a poco va levantando temperatura el clima político en Racing. Porque si bien todavía no está claro cuándo se votará nuevamente en el club de Avellaneda (el interventor quiere que sea en diciembre y el órgano fiduciario en abril del año que viene), ya hay siete listas que se prepararan para dar batalla en las urnas. Los primeros en lanzarse resultaron Miguel D’Aquila (con Daniel García y Gustavo Massud) y Daniel Lalín (lo acompañará el empresario Miguel Jiménez), pero ahora es el turno de las agrupaciones que fueron combativas del gerenciamiento durante los últimos años.

De esta manera, la mesa de enlace, junto al MODERA, salieron también a la arena política, con su propuesta: “Buscamos la autogestión del club, por parte de sus dueños, los socios”. En la cabeza de la lista estarán Norberto Pontoriero, los ex jugadores Salvador Azerrad y Hugo Lamadrid, más Roberto García. Y reclaman: “Que se democratice el estatuto y Racing deje de ser una institución presidencialista para convertirse en bastión de la democracia, donde todos puedan participar, elegir y ser elegidos. Basta de que una persona decida por todos. Que todos estemos participando y decidiendo por nosotros mismos, incluidas las filiales que deberán tener un papel preponderante en lo institucional y también en lo deportivo”. Y su estilo quedó marcado en una frase: “Vamos a abogar para que la justicia dictamine el juicio y castigo a los culpables de la crisis de Racing”. Quieren a Rubén Paz como manager del fútbol.

La gente de Racing Vuelve (con influencias de filiales, el predio Tita Mattiussi y muchos famosos hinchas de la Academia), está haciendo un gran trabajo de base. Sin publicidad pero con reuniones semanales con los socios.

Otra rama combativa de la política de Racing es SARCAC, que tendrá sus propios candidatos. “Vos nos conocés” es su slogan, y al frente del grupo están Leonardo Straschnoy, Sergio Paz, Javier Oyuela y Fernando Turkovich, entre otros. Asimismo, también hay publicidad en Avellaneda del sindicalista Luciano Pasarín, aunque no determinó con qué agrupación se presentará.

Otro ex presidente, Juan De Stéfano, apoyará la fórmula integrada por Horacio D’Anunzio, Aldo Giusti (de la Federación Médica Gremial de la Capital Federal) y Carlos Lazzati. Mientras que el empresario Enrique Capozzolo está haciendo reuniones con allegados, porque no descarta ser una de las propuestas para las próximas elecciones, en las que votarían, aproximadamente, algo más de seis mil socios del club.

RACING REARMA LA DEFENSA

El técnico debe elegir entre Lucas Aveldaño o el juvenil Martínez.

Siguen los problemas de fondo para Juan Manuel Llop, a la hora de conformar el equipo que debe abrir el viernes la novena fecha del Apertura (a las 19, en Avellaneda) frente a Rosario Central. Porque con Gabriel Mercado suspendido (expulsado ante River) y Franco Peppino descartado por lesión, el entrenador está obligado a rearmar la dupla central. Y debe elegir entre Lucas Aveldaño o el juvenil Matías Martínez para acompañar en el zaga al paraguayo Marcos Cáceres. El otro cambio, en el conjunto, pasaría por el regreso de Pablo Lugüercio, repuesto de una distensión muscular, en lugar del Juan Ignacio Sánchez Sotelo.

Luego del partido con River, Llop fue contundente en sus declaraciones: “Racing está jugando bien, pero me preocupa no poder repetir el equipo de una fecha a la otra”, dijo, porque siempre le aparece algún obstáculo, por lesión o suspensión.

Es que tres jornadas atrás, la dupla central estaba integrada por Peppino y Mercado; el campeón del mundo sub-20 debe cumplir una fecha de suspensión y encima, el ex Belgrano sufrió un desgarro en el isquiotibial de la pierna derecha y está descartado para jugar ante Rosario Central.

Entonces, los candidatos para jugar junto a Marcos Cáceres son Lucas Aveldaño (de flojo rendimiento en los dos encuentros anteriores que jugó) y el juvenil Matías Martínez, a quien el técnico vio bien durante las prácticas de esta semana y le consultó para saber si estaba en buena situación física, pues viene de recuperarse de una lesión muscular.

Por otro lado, ya estaría confirmada la vuelta al once titular de Pablo Lugüercio, quien se recuperó de su lesión e ingresará en lugar de Juan Ignacio Sánchez Sotelo. De esta manera, el equipo para enfrentar a Central sería: Martínez Gullotta; Sosa, Cáceres, Matías Martínez o Aveldaño y Shaffer; Leandro González, Yacob, Zuculini y Lucero; Moralez y Lugüercio. De esta manera, Pablo Caballero y Juan Sánchez Sotelo estarán en el banco de los suplentes.

En la actividad de Racing, ayer hubo distintos ejercicios en el entrenamiento matutino. Primero, los jugadores fueron al gimnasio, por espacio de 40 minutos. Luego, hubo un trabajo de fútbol reducido, con distintas consignas con los titulares y suplentes. Por último, hubo un partido formal entre los que no jugaron más de un tiempo el domingo y los juveniles que se suman habitualmente para la reserva. En ese pequeño partido, el equipo con mayoría de profesionales formó con Campagnuolo; Lluy, Aveldaño, Martínez y Gonzalo García; Walter Ochoa, Wagner, Salto y José Luis Fernández; Benítez y Lugüercio.

En tanto, los juveniles de reserva, que tuvieron dos postergaciones de su encuentro ante River y jugarán el viernes a las 11 ante Central, alistaron a Piñal; Lucas Di Paolo, Martín Pucheta, Pablo Borges y Antonio Domínguez; Walter Alvarez, Pablo Mombiela y Gabriel Santillán; Gabriel Méndez; Jorge Echenausi y Emiliano Bonfigli. De ninguno de los dos formó parte Lihué Prichoda, que hizo los trabajos de gimnasio y luego se retiró por estar con gripe.A un costado se ejercitaron Peppino, que sigue en rehabilitación luego de un golpe con hematoma en el isquiotibial derecho; Yacob, que hará dos entrenamientos diferenciados por semana por su tendinosis en la parte alta de los aductores; además de Chatruc y Arrieta, que se recuperan de distensiones en los isquiotibiales.